En el restaurante del hotel Town Hall de Patriot Square el
chef portugués Nuno Mendes,
una suerte de gurú culinario del East End londinense, se afana por montar
propuestas de vanguardia que estimulan mucho más la vista que el paladar. Todo
es bonito en este minúsculo rincón, desde el conjunto de lamparitas retro hasta la composición de
unos platos que, aunque imaginativos, no me impresionaron en absoluto. Buen
ejemplo es el bacalao con porridge de almejas, donde la omnipresencia del
perejil no permitía destacar al resto de ingredientes. Lo mejor de la
cena, aunque sin aspavientos, el postre: uno profiteroles de calabaza, suaves,
elásticos y refrescantes.
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