Kubata





Praia dos pescadores
Armaçao de Pera
Portugal.




La cuenta, por favor


Típico chiringuito molón de
Armaçao de Pera, la antítesis del Kubata
Los que me advirtieron de que el Kubata era un sitio cutre se quedaron cortos. Chiringuito destartalado, cuatro palos cubiertos de loneta, suelo parcheado con sintasol modelo madera clara y un acceso directo a la cocina que ignora cualquier norma de seguridad vigente, su falta de glamour destaca en una zona del Algarve donde todos los locales han sufrido ya su particular “extreme makeover” y lucen estupendos encaramados a esas patas que los aleja del suelo y les confieren un aire a medio camino entre un hórreo y el puesto de Mitch Buchannan en “Los vigilantes de la playa”. En el Kubata, sin embargo, aún puedes comer con los pies metidos en la arena. Esta es solo una de las ventajas que ofrece frente a sus competidores directos, siendo la más destacada servir la mejor 
manduca de Armaçao de Pera: "peixe grelhado à descrição".

En un nada pulcro mostrador te enseñan lo que se ha pescado esa mañana (o lo que resta después de que haya comido todo el mundo; los españoles solemos llegar al amén). Tú eliges lo que más te guste y de ahí lo lanzan con un puñado de sal a la parrilla. Desde las económicas e imprescindibles sardinas, pasando por los sabrosísimos jureles (“carapaus” en portugués) hasta los exquisitos (y carísimos) sargos y salmonetes (¿40 euros el kilo?), la oferta es variada e insuperable. La ensalada de lechuga, tomate, cebolla dulce y pimiento verde asado, y el acompañamiento de patatas “baby” espolvoreadas con ajo picado y orégano son gratis. Los camareros son simpatiquísimos, lentos y despistados, pero entrañables. La mitad de los días no nos cargaban los postres en la cuenta o tardaban tres cuartos de hora en servirnos el café, ese impecable e intensísimo café portugués.

Por las tardes, cuando volvía de la playa a casa, pasaba por la trasera descubierta del chiringuito. Frente al viejillo que asaba cada día nuestro pescado, al otro lado de la carretera, se erigía un enorme cartel que anunciaba la inminente construcción de un resort de lujo en ese mismo lugar. El Kubata tiene los días contados. Daos prisa. Por si esto fuera poco, sirven unas espectaculares caipiriñas a 3,50. Un lujazo.


.

4 comentarios:

Javier Arrés dijo...

Interesante. También bueno el advertir que un resort de lujo se lo va a cargar. Pasa mucho. Como estos sitios mas familiares se aniquilan por cuatro franquicias de playa.

Un saludo.

http://perrolocoatacando.blogspot.com/

http://futbollocoatacando.blogspot.com/

kubelick dijo...

Suerte tendremos si dura un verano más. Es una lástima, la verdad...

Anónimo dijo...

Estuvimos este verano y su pescado es excepcional.

kubelick dijo...

Yo vuelvo cada año con miedo de que sea el último.