RUIDO ENTROMETIDO

Ruido, a qué has venido…

(kubelick dice)
La frase de ahí arriba pertenece a una canción de Sabina. En ella el vocablo
“RUIDO” recibe un montón de calificativos en forma de adjetivo o no. El ruido como el exceso de sal o una copa derramada puede fastidiar una cena. Y los restaurantes, masculino plural, no entienden que no basta con la cantidad… ni siquiera con la calidad: hay que currárselo. La extensa carta de tipos de ruido desgranada por el que es sillón ALFA+OMEGA de la RAE para los creyentes y San Joaquín para los paganos nos servirá para etiquetar a partir de ahora el envoltorio acústico de los locales. No siempre claro. Tan solo cuando este se presente y se siente a la mesa sin estar invitado; tan solo cuando se trate de RUIDO ENTROMETIDO.

*RUIDO, VIEJAS FOTOS: OLSEN
La zona de no fumadores de OLSEN es una sala abovedada situada en la planta sótano con un problema de acústica grave. Si bien esta iluminada con gusto y ventilada adecuadamente, el sonido se acopla de tal manera que no eres capaz de distinguir entre tu conversación y la de los comensales vecinos. Nosotros compartimos sala con una pandilla de ocho en despedida de soltero. Ni que decir tiene que su rosario de anécdotas del cole era estentóreo comparado con nuestra discreta oración de "sábado por la noche con los de siempre".

(tb continued)
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1 comentario:

Anónimo dijo...

ains, siempre tan tan precisa!!!!!!!
con gente como tú, aunque sea de a pocos, jamás se puede dejar de soñar!
millones de besos.
Ana H.